¡¡Chavalada!! Perdonad el retraso en escribir, estos días han sido un poco moviditos, pero bueno, aquí estoy de nuevo, aunque con un post un poco más triste de lo habitual.
Llevaba un tiempo pensando en inaugurar una nueva sección en la que se hablara de los lugares italianos situados fuera de la Toscana que he visitado durante estos más de dos años. En la variedad está el secreto y quién sabe, a lo mejor os sirven para las próximas vacaciones. Pero el motivo que me ha animado a empezarla justo esta semana es de todo menos bueno. En España se ha hablado muy poco de lo ocurrido esta última semana en Liguria, la región situada al norte de la Toscana , con capital en Génova. Las fuertes lluvias provocaron que los ríos y torrentes de esta accidentada región montañosa se desbordaran, arrasando puentes y carreteras, provocando deslizamientos de tierra y, lo que es peor, destruyendo pueblos y llevándose por delante a al menos dieciséis personas. Ni siquiera la capital de la región se ha salvado de sufrir estas consecuencias de la mala gestión del territorio, pero bueno, dejémoslo aquí.
En un primer momento, la zona más afectada fue uno de los enclaves turísticos más conocidos a nivel internacional de Liguria y patrimonio mundial de la UNESCO , las Cinque Terre, en la provincia de La Spezia. Yo tuve la suerte de visitarlo antes del desastre, a comienzos de este septiembre pasado, aprovechando una visita de mis padres, y os puedo asegurar que era espectacular. Se trata de cinco pueblecitos de pescadores: Monterosso, Vernazza, Corniglia, Manarola y Riomaggiore. De callejones estrechos y las casas color pastel típicas de la zona, se encaraman en las paredes rocosas de la costa, aprovechando pequeños puertos naturales.
Llegar a ellos es complicado. Las carreteras son un suplicio y si sois de los que se marean con facilidad, podéis echar hasta el hígado antes de media hora. Por eso, la mejor forma de llegar sigue siendo el tren, cuyas vías van paralelas a la costa y con estaciones en tres de los cinco pueblos.
Litoral de las Cinque terre desde el sentiero azzurro. |
Para visitar los pueblos, lo mejor es utilizar el sentiero azzurro (el sendero azul), un caminito de doce kilómetros que serpentea por los acantilados. No es excesivamente complicado, con los desniveles más importantes en las zonas de los pueblos. Al ir entre bosques y huertos, siempre hay sombra, una ventaja porque el sol pega que no veas. Pero eso sí, no hay fuentes, así que o lleváis agua o rellenáis las cantimploras en los pueblos. ¡Ah, por cierto!, el caminito, aunque no os lo creáis, es de pago. En las salidas de cada pueblo os encontraréis con una bonita taquilla de madera en la que podréis adquirir el billete. No me acuerdo de cuanto costaba, pero había varias tarifas (me parece que el billete diario para un adulto era de unos cinco euros).
Vernazza |
Calle de Vernazza. |
Yo lo que recomendaría sería llegar a Monterosso, el pueblo más al norte, o en tren o en coche (aparcar está bastante jodido, por cierto). Un consejo: cuando compréis el billete para el camino, preguntad al fulano de la taquilla si se puede hacer entero o está cortado en algún punto por un desprendimiento de tierra. Esto suele ser muy normal, pero no siempre te lo dicen, así que puede que estés andando tranquilamente y en medio de la nada te encuentres con una valla que te impide el paso teniendo que volver hacia atrás y coger un tren. Sí, lo habéis adivinado, eso fue lo que nos pasó a nosotros…
Las vistas desde el sendero son espectaculares. Con los pueblos colgados, los acantilados cubiertos de bosques y terrazas llenas de viñedos y el mar dominando todo el paisaje. Cada pueblo es como un oasis, con callejas frescas, bares, restaurantes, tiendas… y turistas, cientos de ellos. En los meses de calor aquello parece una romería de gente (mucho abuelete francés) subiendo y bajando, pero vale la pena.
Manarola. |
El último kilómetro antes de llegar al último pueblo, Riomaggiore, tiene un nombre que hace mérito a la personalidad romántica (y por qué no decirlo, empalagosa) de los italianos: Via dell’amore. Está asfaltadita para que las niñas monas no tropiecen con sus zapatitos de tacón. Así puede llegar todo el mundo para escribir en las paredes grafitis de esos que hacen que te duelan las muelas de lo azucarados que son o enganchar candados por todas partes (¡¡Federico Moccia, juró que acabaré contigo!!).
Una vez llegados a Riomaggiore, tenemos que volver a Monterosso. Podemos elegir entre dos opciones: o el tren (caca) o el barco (guay). Nosotros elegimos el barco, que cuesta unos 8 euros pero que vale la pena. Para en todos los pueblos menos en Corniglia, el único que no tiene puerto. El viaje dura algo más de media hora y además de relajaros viendo el paisaje, podéis hacer unas fotos chulísimas de los pueblos.
Riomaggiore |
Corniglia |
Por desgracia, la belleza de esta región se ha visto truncada por el agua, que arrastrando barro y árboles ha prácticamente sepultado dos de estos pueblos, Monterosso y Vernazza (para mí el más bonito de los cinco). Las imágenes que se ven en la televisión son increíbles. La gente entra en las casas por las ventanas del primer piso ya que las calles están cubiertas de barro. Muchos de los pueblos están incomunicados por tierra y sólo se puede llegar a ellos en barco. No se sabe a que se ha debido, si a la mala gestión de los cauces de los ríos, la apertura descontrolada de presas o simplemente a que llovió más de lo esperado. Lo que si se sabe es el resultado. Los pueblos y la región entera tardarán años en recuperar lo perdido en unos minutos, y más teniendo en cuenta la malísima gestión de este tipo de catástrofes por parte de la administración italiana.
En fin, espero haberos descubierto un sitio nuevo que visitar, aunque sea dentro de varios años. Si queréis más información os dejo un par de páginas web:
Muy pronto más y mejor.
wowo, ciertamente aki no he oido nada de esas inundaciones de las que hablas. que pena...
ResponderEliminar5 euros por ir andando por un camino de cabras??? enga ya... mu bonito y to lo que tu kieras, pero ahí se han columpiao lo incolumpiable...
espero que al menos te devolvieran los 5 euros al teneros que dar al vuelta...
jajaja, y no nos engañes javi, sabemos que tu tb pusiste un candadito, jajaja!
que guay lo del barco, chulas las fotos.
WOWO!