miércoles, 7 de diciembre de 2011

Frikadas italianas nivel II

¡Muy buenas gentucilla! Aquí me tenéis como os prometí, para acabar de hablar de estos seres entrañables que parece que pueblan el mundo. Vayas a donde vayas, siempre te encuentras con uno.

La otra vez acabábamos hablando de Sabrina, que, en 1990, compartió un programa en la Rai con otro de los mitos italianos llegados a la televisión española más o menos por esa época, aunque ya era conocida de antes por megahits musicales traducidos al español como Fiesta, En el amor todo es empezar, Rumore o Caliente caliente. Quien a estas alturas no sepa de quién estoy hablando es que es lelo. ¡¡La rubia oxigenada Raffaella Carrá!!, que revolucionó el mundo de la música en los 70 con sus vestidos imposibles (fue la primera en enseñar el ombligo en la televisión italiana) y sus movimientos de cuello (en 1987 se le fue la mano y se lesionó las cervicales cuando cantaba “Explota, explota, me expló”). Su nombre verdadero es Raffaella Roberta Pelloni, nacida en 1943 en Bolonia. Desde pequeña estudió danza e interpretación, llegando a participar en varias películas italianas, europeas y americanas. Pero parece que el rollo de Hollywood no le convencía (o ella no convenció a jolibú) y a partir de finales de los 60 empezó en serio su carrera musical y televisiva. En España se hizo muy popular en la década de los 90, cuando condujo varios programas primero en TVE y luego en Telecinco: ¡Hola Raffaellla!, A las 8 con Raffaella, En casa con Raffaella… Se ve que los guionistas se lo curraban con eso de los nombres. Llegó incluso a presentar con Ramón García las campanadas de fin de año en 1997 (ese momento, ya clásico, en el que imitan el sonido del reloj para que la gente se aclare es mítico).


¿Y qué ha hecho esta mujer en estos primeros años del siglo XXI? Pues lo mismo de siempre, para que nos vamos a engañar. Ha presentado programas en Italia (Carramba che sorpresa! junto a sus Carramba boys) y España (en 2008 la gala Salvemos Eurovisión) y este año 2011 presentó la gala de Eurovisión en la tele italiana. También este año ha sacado un remake tecno de su canción Far l’amore, que este verano te ponían a todas horas. Y por lo que veo en youtube, también llegó a España. ¡Ah! Y es la imagen de la publicidad de Danacol, para que veáis que soy exhaustivo.


Y para terminar, ponemos un poco los dos rombos esos que se ponían antes en la tele para avisar de que se iba a hablar de algo calentorro. Que luego no se me queje nadie. Los dos próximos personajes se dieron a conocer en España gracias a su faceta de actores porno que oye, también tiene su mérito y, como diría aquel, es “una pofesión mu honrá y mu digna”. Supongo que ya habréis imaginado de quienes se trata.

Ella realmente es una infiltrada aquí, porque no es italiana sino húngara, pero se hizo famosa en Italia. Cómo no, me estoy refiriendo a la pornostar, política y cantante Ilona Staller, u seasé, la Cicciolina. Nació en Budapest, en 1951, pero para más datos de su vida os recomiendo que vayáis a su página web y la leáis allí, porque no tiene desperdicio. Resumiendo, se casó con un italiano y se vino a vivir aquí, donde se inició en el porno a principios de los 70. Nunca he visto nada suyo, pero por lo visto le molan las escenitas de orgías y cuanto más guarras y transgresoras mejor. Entre sus logros están el haber sido la primera en enseñar las tetas en la tele italiana (en el 78) y la primera en protagonizar un desnudo integral en Televisión Española en el especial de fin de año del 85 (me estoy dando cuenta de que estos especiales de Nochevieja daban para mucho). También dio de qué hablar una escena de una de sus películas, de 1986, en la que supuestamente su compañera de reparto le hacía una felación a un caballo. Como para ponerla en Cine de barrio, vaya. También es la época en la que graba varios discos, con canciones bastante simples y siempre referidas al sexo (recordemos por ejemplo su exitoso single cazzo (polla)). A mediados de los 90 debió de cansarse, porque dejó el mundillo, quién sabe hasta cuando.

Se ve que como actriz porno no recibía suficiente caña, así que se metió en política. En 1979 lideró la lista del partido ecologista Lista del Sole, y en 1987 llegó al Parlamento italiano (como nuestro Congreso) como miembro del Partido Radical. Algunos de sus planteamientos eran bastante normalitos (antinuclear, pacifismo, protección de los animales, educación sexual en los colegios…) y otros un poco más chocantes como la legalización de las drogas o la creación de parques donde la peña pudiera follar al aire libre. Luego intentó hacer lo mismo en Hungría, pero la cosa no funcionó, y se presentó dos veces a las elecciones del ayuntamiento de Milán, en 2004 y 2006. Actualmente sigue metida en esos tinglados, presentándose como candidata a las elecciones del año que viene a la alcandía de la ciudad de Monza, donde el circuito de carreras. Y como ella misma dice en su web, quien quiera saber más que se gaste los cuartos y se compre su biografía, que la publicó hace unos años.

Compañero de Ilona en varias de sus pelis es nuestro último personaje, el hombre asociado a una cifra, 23, que no precisamente el número de su portal. Sí guarrindongos, él, Rocco Antonio Tano, el Siffredi. Natural de Ontona, en la región de Abruzzo, trabajó desde los dieciséis años en la marina mercante, trasladándose luego a París, donde empezaría su carrera en el porno en 1984. Ha hecho un porrón de películas, tanto de actor como de productor, guionista y director y ha ganado una montaña de premios, hasta su “retirada” en el 2004, aunque sigue trabajando como productor con una productora propia.

Pero la cosa no se queda ahí. En 2006 protagonizó una campaña publicitaria de una marca de patatas fritas, aprovechando un juego de palabras, ya que en italiano, la “patata”, además de un tubérculo, es una de las tantas formas que tienen de referirse al órgano sexual femenino. En el anuncio, que al poco tiempo fue censurado pero que está en youtube y que yo os pongo aquí, sale rodeado de tías diciendo que él ha comido patatas de todo tipo: americanas, alemanas, holandesas, con sorpresa, gustosas, a veces hasta tres a la vez sin problemas, pero que ninguna era como las patatas de la marca en cuestión. Termina con la frase “Fíate de uno que las ha probado todas.”. La verdad es que la cosa tenía su gracia.


También ha participado en películas para todos los públicos, la última este mismo año, a mi juicio una verdadera mierda, Matrimonio a Parigi (Matrimonio en París), en la que interpreta a un diseñador homosexual y que recuerda mucho a las que hacían Pajares y Esteso durante el destape, no os digo más…


Bueno, y para terminar ya de verdad con Rocco, mencionar su participación en una campaña de concienciación contra el abandono de animales. ¿El mensaje? Pues algo bastante explícito, aunque no sé si disuasorio o más bien incitante (conozco a más de uno y una que dejaría tirado a su perro en una gasolinera con tal de que Rocco cumpliera su promesa). Ahí os lo dejo, creo que no hace falta traducir nada.


Pues hasta aquí nuestro recorrido friki por tierras italianas. Breve pero intenso. Espero que al menos os hayáis echado un par de risas. Prometo que para el próximo post no me haré esperar tanto. Un abrazo y como siempre, en breve más y mejor.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Frikadas italianas nivel I

¡¡Hola chavalada!! Ante todo, os tengo que pedir perdón por este último mes en el que os tenido más que abandonados. Han sido unas semanas ajetreadas, con visita a casa, proyecto de master, cajas de mudanza y estreses varios, y la cosa aún no ha acabado, así que os pido un poco de paciencia para las siguientes semanas. ¡¡Pero eso sí, el blog que no decaiga!!

Para inaugurar este diciembre que empezamos el jueves, había pensado en escribir algo un poco cultureta, sobre mi curro en el museo. ¡Pero qué coño!, que hace muchos días que no doy señales de vida y hay que volver con alegría copón. Además, quiero que este sea un blog en el que se hable de todo. La cultura está muy bien y viajar y leer y bla bla bla. Pero también hay que relajarse. Y la idea me la ha dado una noticia que leí ayer en el periódico y que me da la oportunidad de adentrarme en lo más profundo de la cultura italiana: los frikis. Resulta que Bud Spencer, el actor gordo que hacía películas americanas de bofetadas en los 70 junto a otro actor rubio canijo, ha publicado su biografía. Y me ha hecho pensar en una cosa: con la de frikadas italianas que han llegado a España y pocas veces nos preguntamos que ha sido de ellas con los años. Pues a eso vamos, y agarraos, porque si en España hay gente rara, estos no se quedan cortos. Este será un viaje de mamporros, tetas al aire, rubias oxigenadas y rabos grandes, pero eso sí, lo dividiré en dos partes porque me he liado a escribir y me ha salido un mogollón que no os imagináis.

Pues, como no podía ser de otra manera, empezamos nuestro recorrido por la memoria frik con Carlo Pedersoli y Mario Girotti. Los más frikis de vosotros ya sabrán quienes son, a la gente normal os digo que son los nombres reales de los actores Bud Spencer y Terence Hill, famosos por las comedias de bofetadas que protagonizaron entre los años 60 y 80 y que La Sexta parece empeñada en hacernos memorizar. Yo no tenía ni idea de que eran italianos hasta que llegué aquí.


De ellos, el que ha tenido la vida más rara ha sido el gordo, Bud Spencer/Carlo Pedersoli. El colega era un portento. Este armario de casi dos metros de alto nació en Nápoles en 1929, pero su familia emigró a Sudamérica cuando tenía dieciocho años. No tardó en volver a su patria natal donde se convirtió en nadador profesional y jugador de waterpolo, y con bastante éxito. Fue campeón de Italia de los 100 metros libres siete años seguidos, participó en tres olimpiadas (Helsinki 1952 y Melbourne 1956, en los que fue semifinalista, y Roma 1960) y otras tantas cosas que si queréis saber, haced lo que yo e id a Wikipedia. Fue ya en esa fase cuando empezó en el cine, haciendo de soldado en un peliculón, Quo Vadis?, en 1951. Luego, en 1967, se cambió el nombre por Bud Spencer (porque le gustaba la cerveza Budweiser y el actor Spencer Tracy) y se lió a hacer Spaghetti Westerns y las películas que todos conocemos. Pero…. ¿y luego? ¿Qué ha sido de aquel gordo con cara de mala follá? Bueno, en España pudimos verle en 2009 protagonizando un anuncio de Bancaja, que seguía el estilo de sus películas.


Pero en Italia sigue en activo, como actor y productor. Lo ultimo que ha hecho hasta ahora, que yo sepa, es una serie de televisión familiar para Mediaset, “I delitti del cuoco” (Los delitos del cocinero), en la que interpreta a un viejo comisario de policía jubilado y convertido en cocinero que investiga crímenes cometidos en la islita italiana de Ischia. Vamos, como Jessica Flecher pero en grandote y malencarao. Eso sí, ya no va repartiendo ostias, que el colega tiene ochenta y dos tacos y ya no da para más. Aquí os dejo un anuncio de la serie, para los que no le habéis oído hablar en italiano.


En cambio, Terence Hill/Mario Girotti ha llevado una vida un poco más “normal”. Nació en Venecia en 1939 y ya desde pequeño se dedicó a la interpretación. En 1967 fue cuando se cambió de nombre (Terence por el escritor de comedias romano Publio Terencio Afro y Hill en recuerdo de su madre) y conoció a Bud Spencer en el rodaje de la peli “Dios perdona, yo no” (no la he visto pero parece tener un mensaje muy profundo…). A partir de entonces empezaron a hacer pelis y bla, bla,bla. Este también sigue en activo, como actor, productor y director. Que yo sepa, lo último que ha hecho como actor es una miniserie de dos capítulos para Mediaset, “Doc West”, una especie de peli del oeste en la que interpreta a un médico traumatizado que se da a la mala vida pero que vuelve a ejercer en un pueblecito del oeste americano. Entre el reparto también estaban Ornella Muti y el caballo que Antonio Banderas montó (en el buen sentido) en la peli de “El Zorro”. De Oscar, vaya.


Carlo y Mario son muy queridos en Italia y su trabajo muy valorado, hasta el punto que en el 2010 recibieron el Davide di Donatello (como los Oscar o los Goya italianos) como reconocimiento a toda su carrera.

Y dejamos a estos dos hombretones para pasar a una peazo de mujer que puso cachonda a toda una generación de machos ibéricos. Os doy una pista: en España todavía nos acordamos de su teta rebelde que buscaba la libertad en aquel especial de fin de año de 1987.

                                          

Si señores, estoy hablando de Sabrina Salerno que, a pesar de su apellido, nació en Génova en 1968. Ella, en su página web, se describe como una niña tímida que llegada a la adolescencia se rebeló, sacando una personalidad valiente y extrovertida que le haría ganar el concurso de Miss Liguria en 1985 (ayyyy que historia más bonica….). A partir de ahí lo típico, empezó a participar en series de televisión, sacó su primer sigle, “Sexi girl” (el que cantaba cuando lo de pechos fuera) y en el 87 salió su primer album, “Sabrina”, famoso por la canción “Boys”. A lo tonto se convirtió en una superventas en todo el mundo, ganando varios discos de platino. Bueno, resumiendo, en España parece que desapareció después de unos años en los que se había convertido en el mito erótico-festivo de los inocentes españolitos ochenteros, pero ella siguió a lo suyo. Sacó nuevos discos, el último en 2008, hizo giras por toda Europa, participó en festivales de música y desarrolló una carrera como actriz en películas, series de televisión e incluso en una compañía de teatro a mediados de los 90. Ahora sigue igual, un poco más talludita pero muy mona, con un hijo y afortunadamente con un look más actual alejado de la chupa de cuero y la melena cardada, haciendo giras y “bolos” en discotecas y participando de vez en cuando en programas de televisión. Por cierto, la actuación de la teta se la siguen recordando de vez en cuando.


Bueno, hasta aquí ha llegado la primera etapa. Espero que os hayáis echado unas risas y que esperéis con ansia la segunda entrega. Como siempre, más y mejor en un par de días.
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