¡Muy buenas gentucilla! Aquí me tenéis como os prometí, para acabar de hablar de estos seres entrañables que parece que pueblan el mundo. Vayas a donde vayas, siempre te encuentras con uno.
La otra vez acabábamos hablando de Sabrina, que, en 1990, compartió un programa en la Rai con otro de los mitos italianos llegados a la televisión española más o menos por esa época, aunque ya era conocida de antes por megahits musicales traducidos al español como Fiesta, En el amor todo es empezar, Rumore o Caliente caliente. Quien a estas alturas no sepa de quién estoy hablando es que es lelo. ¡¡La rubia oxigenada Raffaella Carrá!!, que revolucionó el mundo de la música en los 70 con sus vestidos imposibles (fue la primera en enseñar el ombligo en la televisión italiana) y sus movimientos de cuello (en 1987 se le fue la mano y se lesionó las cervicales cuando cantaba “Explota, explota, me expló”). Su nombre verdadero es Raffaella Roberta Pelloni, nacida en 1943 en Bolonia. Desde pequeña estudió danza e interpretación, llegando a participar en varias películas italianas, europeas y americanas. Pero parece que el rollo de Hollywood no le convencía (o ella no convenció a jolibú) y a partir de finales de los 60 empezó en serio su carrera musical y televisiva. En España se hizo muy popular en la década de los 90, cuando condujo varios programas primero en TVE y luego en Telecinco: ¡Hola Raffaellla!, A las 8 con Raffaella, En casa con Raffaella… Se ve que los guionistas se lo curraban con eso de los nombres. Llegó incluso a presentar con Ramón García las campanadas de fin de año en 1997 (ese momento, ya clásico, en el que imitan el sonido del reloj para que la gente se aclare es mítico).
¿Y qué ha hecho esta mujer en estos primeros años del siglo XXI? Pues lo mismo de siempre, para que nos vamos a engañar. Ha presentado programas en Italia (Carramba che sorpresa! junto a sus Carramba boys) y España (en 2008 la gala Salvemos Eurovisión) y este año 2011 presentó la gala de Eurovisión en la tele italiana. También este año ha sacado un remake tecno de su canción Far l’amore, que este verano te ponían a todas horas. Y por lo que veo en youtube, también llegó a España. ¡Ah! Y es la imagen de la publicidad de Danacol, para que veáis que soy exhaustivo.
Y para terminar, ponemos un poco los dos rombos esos que se ponían antes en la tele para avisar de que se iba a hablar de algo calentorro. Que luego no se me queje nadie. Los dos próximos personajes se dieron a conocer en España gracias a su faceta de actores porno que oye, también tiene su mérito y, como diría aquel, es “una pofesión mu honrá y mu digna”. Supongo que ya habréis imaginado de quienes se trata.
Ella realmente es una infiltrada aquí, porque no es italiana sino húngara, pero se hizo famosa en Italia. Cómo no, me estoy refiriendo a la pornostar, política y cantante Ilona Staller, u seasé, la Cicciolina. Nació en Budapest, en 1951, pero para más datos de su vida os recomiendo que vayáis a su página web y la leáis allí, porque no tiene desperdicio. Resumiendo, se casó con un italiano y se vino a vivir aquí, donde se inició en el porno a principios de los 70. Nunca he visto nada suyo, pero por lo visto le molan las escenitas de orgías y cuanto más guarras y transgresoras mejor. Entre sus logros están el haber sido la primera en enseñar las tetas en la tele italiana (en el 78) y la primera en protagonizar un desnudo integral en Televisión Española en el especial de fin de año del 85 (me estoy dando cuenta de que estos especiales de Nochevieja daban para mucho). También dio de qué hablar una escena de una de sus películas, de 1986, en la que supuestamente su compañera de reparto le hacía una felación a un caballo. Como para ponerla en Cine de barrio, vaya. También es la época en la que graba varios discos, con canciones bastante simples y siempre referidas al sexo (recordemos por ejemplo su exitoso single cazzo (polla)). A mediados de los 90 debió de cansarse, porque dejó el mundillo, quién sabe hasta cuando.
Se ve que como actriz porno no recibía suficiente caña, así que se metió en política. En 1979 lideró la lista del partido ecologista Lista del Sole, y en 1987 llegó al Parlamento italiano (como nuestro Congreso) como miembro del Partido Radical. Algunos de sus planteamientos eran bastante normalitos (antinuclear, pacifismo, protección de los animales, educación sexual en los colegios…) y otros un poco más chocantes como la legalización de las drogas o la creación de parques donde la peña pudiera follar al aire libre. Luego intentó hacer lo mismo en Hungría, pero la cosa no funcionó, y se presentó dos veces a las elecciones del ayuntamiento de Milán, en 2004 y 2006. Actualmente sigue metida en esos tinglados, presentándose como candidata a las elecciones del año que viene a la alcandía de la ciudad de Monza, donde el circuito de carreras. Y como ella misma dice en su web, quien quiera saber más que se gaste los cuartos y se compre su biografía, que la publicó hace unos años.
Compañero de Ilona en varias de sus pelis es nuestro último personaje, el hombre asociado a una cifra, 23, que no precisamente el número de su portal. Sí guarrindongos, él, Rocco Antonio Tano, el Siffredi. Natural de Ontona, en la región de Abruzzo, trabajó desde los dieciséis años en la marina mercante, trasladándose luego a París, donde empezaría su carrera en el porno en 1984. Ha hecho un porrón de películas, tanto de actor como de productor, guionista y director y ha ganado una montaña de premios, hasta su “retirada” en el 2004, aunque sigue trabajando como productor con una productora propia.
Pero la cosa no se queda ahí. En 2006 protagonizó una campaña publicitaria de una marca de patatas fritas, aprovechando un juego de palabras, ya que en italiano, la “patata”, además de un tubérculo, es una de las tantas formas que tienen de referirse al órgano sexual femenino. En el anuncio, que al poco tiempo fue censurado pero que está en youtube y que yo os pongo aquí, sale rodeado de tías diciendo que él ha comido patatas de todo tipo: americanas, alemanas, holandesas, con sorpresa, gustosas, a veces hasta tres a la vez sin problemas, pero que ninguna era como las patatas de la marca en cuestión. Termina con la frase “Fíate de uno que las ha probado todas.”. La verdad es que la cosa tenía su gracia.
También ha participado en películas para todos los públicos, la última este mismo año, a mi juicio una verdadera mierda, Matrimonio a Parigi (Matrimonio en París), en la que interpreta a un diseñador homosexual y que recuerda mucho a las que hacían Pajares y Esteso durante el destape, no os digo más…
Bueno, y para terminar ya de verdad con Rocco, mencionar su participación en una campaña de concienciación contra el abandono de animales. ¿El mensaje? Pues algo bastante explícito, aunque no sé si disuasorio o más bien incitante (conozco a más de uno y una que dejaría tirado a su perro en una gasolinera con tal de que Rocco cumpliera su promesa). Ahí os lo dejo, creo que no hace falta traducir nada.
Pues hasta aquí nuestro recorrido friki por tierras italianas. Breve pero intenso. Espero que al menos os hayáis echado un par de risas. Prometo que para el próximo post no me haré esperar tanto. Un abrazo y como siempre, en breve más y mejor.